En la salud bucodental ocurre lo mismo, pero en este caso, la placa bacteriana, nuestro enemigo, es invisible, lo que a veces provoca que nos confiemos y no seamos del todo conscientes de que puede ganarle mucho terreno a nuestra salud. Lo que parece una boca limpia puede no serlo. Pero hoy en día está todo inventado, de esta manera en las farmacias podemos encontrar un revelador de placa bacteriana, que pondrá al descubierto a nuestro enemigo.
El revelador de placa bacteriana es un preparado líquido o en pastillas que contiene un colorante –eritrosina o fluoresceína sódica, normalmente– capaz de teñir el biofilm que forman las bacterias al nutrirse de los restos de alimentos y que es el principal causante de las enfermedades bucodentales, como las caries dentales o las enfermedades periodontales. Los hay monótonos y bitonales. Estos últimos muestran de color azul la placa formada hace más de 48 horas y en rosado la más reciente. Tanto si es en pastillas o líquido, no debemos ingerirlo, aunque en caso de hacerlo accidentalmente no es perjudicial para el organismo.
El objetivo del revelador de placa es evidente: hacer visible la placa bacteriana para asegurarnos de que la hemos eliminado correctamente de nuestra boca. Esto puede sernos especialmente útil en dos situaciones: