Si seguimos al pie de la letra las tradiciones de esta fiesta anglosajona, en Halloween hay que pedir caramelos, y lo que es más importante, hay que decidir entre comérselos, donarlos o dejarlos para más tarde. Pero hay que tener cuidado, sobre todo con los dientes y deberíamos racionar las chucherías sobre todo por dos motivos: prevenir una posible indigestión, y para proteger los dientes y prevenir las caries, especialmente en los niños.

El problema que relaciona los caramelos y las caries no es el azúcar en sí, sino las bacterias que todos tenemos en la boca, y que generan una serie de ácidos al entrar en contacto con el azúcar, que son los que atacan el esmalte de los dientes en los 20 minutos posteriores a la ingesta de azúcar.

Para que el exceso de dulces en Halloween se note en la sonrisa de los más pequeños de la casa, podemos seguir estos consejos:

1. Las 'chuches' es mejor repartírselas ya que todo alimento azucarado es mejor comerlo con las comidas o inmediatamente después de comer, porque la producción de saliva aumenta cuando comemos, y esto ayuda a anular los ácidos producidos por las bacterias en la boca y a enjuagar las partículas de comida que puedan quedar en los dientes.

2. El chicle por un lado, la versión con azúcar tiene un riesgo acusado de provocar caries. En cambio, las variedades sin azúcar, ayudan a reducir la caries dental porque aumenta el flujo de saliva y ayuda a neutralizar los ácidos producidos por la placa bacteriana.

3. Hay que evitar los caramelos que se mastican durante mucho tiempo. Comer azúcar a menudo es malo, y también lo es el tiempo que mantenemos el dulce en la boca.