En la Clínica Dental Espinardo queremos que os sintáis como en casa y les enseñamos jugando cómo cuidar de sus dientes desde el gabinete de Odontopediatría que dirige la doctora Maria Encarna Robles. En esta dinámica, este mes, nuestra Odontóloga nos responde las dudas más comunes sobre la salud bucodental de los niños.
-¿Hay que controlar el azúcar que toman los niños por las caries? La dieta desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la caries dental. Al metabolizar los azúcares, se producen ácidos que atacarán la estructura mineral del esmalte que, si se dan las condiciones ideales, provocarán la caries. Pero las chucherías no son el único elemento que participa en la formación de caries. Evidentemente, dentro de lo que se ingiere, lo más peligroso son los dulces. Y aún más los que se toman entre las comidas. Existen otros muchos alimentos con altos contenidos en azúcares, que forman parte de nuestra dieta diaria –pan, patatas, pasta-, así como la existencia de medicamentos azucarados, que utilizamos sin ser conscientes de su alto poder cariogénico. Además, tenemos que tener en cuenta otros alimentos, como zumos, refrescos…, que por su acidez pueden favorecer la desmineralización de los dientes y la más rápida progresión de la caries dental.
-¿Hay que vigilar los dientes de los bebés? ¿Y cepillárselos? Las recomendaciones de la mayoría de asociaciones y sociedades científicas animan a comenzar la prevención y los cuidados desde incluso antes del nacimiento del niño. En esta etapa, el dentista puede asesorar a las madres gestantes en relación a establecer una alimentación y hábitos adecuados para favorecer un correcto desarrollo de los dientes de su bebé. Está demostrado que, en los primeros años de vida, el espectro oral de gérmenes maternos es co-responsable de la colonización de bacterias del niño (transmisión bacteriana a través de la saliva-besos, intercambio de cucharas, prueba de alimentos, limpieza del chupete o tetina con la saliva del adulto-) y posterior incidencia de la caries en el niño.
Desde el principio, aunque el niño no tenga dientes, debe realizarse una limpieza de las encías después de cada toma para eliminar los residuos que puedan quedar. Para ello, utiliza una gasa humedecida limpiando encías y lengua.
Y ya desde el mismo momento de la aparición de los primeros dientes, la limpieza puede realizarse con diversos elementos, desde los dedales de silicona hasta cepillos de pequeño tamaño con filamentos muy suaves, adecuados a las características de la boca del niño.
-¿Alguna recomendación para que los niños no le tengan miedo al dentista?
El odontopediatra sabe aplicar las técnicas adecuadas para ayudar al niño a familiarizarse con el ambiente odontológico y los tratamientos. Iniciar las visitas cuando el niño es pequeño le ayuda a tomar contacto con este ambiente, y sobre todo, teniendo en cuenta que la implantación de medidas preventivas (limpieza dentaria, aplicación tópica de flúor) no es molesta, lo cual repercute en una sensación agradable y, desde luego, de motivación positiva hacia la siguiente visita. No hay que esperar a tener problemas para acudir a la consulta.
-¿Existe algún programa en la clínica para poder cuidar periódicamente de la sonrisa de los más pequeños?
La Clínica Dental Espinardo está adscripta al PADI (Programa de Salud Bucodental Infantil). Se trata de un programa puesto en marcha por la Consejería de Sanidad y Política Social, a través del Servicio Murciano de Salud, que consiste en una serie de medidas preventivas con la finalidad de prevenir la caries y la enfermedad periodontal, contemplando también algunos tratamientos que cubren las patologías más frecuentes que se presentan en la infancia.
Este programa es gratuito y va dirigido a todos los niños con asistencia sanitaria proporcionada por el Servicio Murciano de Salud (que posean tarjeta sanitaria) y que tengan entre 6 y 8 años. Saldrán del programa el día de su 9º cumpleaños.
Ya a nivel privado y con el afán se seguir trabajando en la promoción de la Salud Bucodental surge “El Programa de la Clínica Dental Espinardo”, con el objetivo principal de dar continuidad de asistencia a niños mayores de 9 años, para la detección precoz de caries y enfermedades gingivales, así como de hábitos nocivos y maloclusiones.
